5 reglas fundamentales que te ayudarán a conservar la miel mejor que las mismas abejas

La miel es producida por la acción de las abejas a partir del polen de las flores y cuyos competentes son increíblemente beneficiarios para la salud del organismo humano. Alivia la tos, mejora la memoria, es altamente nutritiva, elimina bacterias y hasta es usada en tratamientos para quemaduras. Lo cierto es que este producto es considerado por muchos como mágico y hasta «milagroso», pero fuera de los adjetivos es científicamente saludable.

Entonces, si eres de los que la consume a diario o estás pronto a hacerlo, aquí dejamos 5 cosas fundamentales para mantenerla en casa.

1. Elige un envase vidrio

La miel suele llamar la atención de insectos que andan en busca de algo dulce, por eso es importante que la guardes en un recipiente con tapa.

¿Por qué de vidrio?

A diferencia de otros materiales, este no se oxida, resiste cambios de temperatura y ni suelta químicos con el tiempo.

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2. La temperatura

Regla #1: Jamás la guardes en el refrigerador. Dicho esto, trata de mantenerla en el sitio más fresco de la cocina y de preferencia que no llegue el sol. Un buen dato es alejarla de las hornillas y de la nevera.

¿Qué pasa si hace mucho calor?

Los cambios de temperatura dañaran la calidad de la miel, alterarán su color, textura y sabor. Si los grados en el ambiente son altos, procura dejarla en un sitio con sombra pero que no sea cerrado. Sino, guardarla en algún sitio de la casa con aire acondicionado es otra opción.

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3. Cierra bien el frasco

Es importante que el oxígeno solo la toque cuando vas a usarla, de otro modo, su sabor irá perdiendo potencia. Una tapa de espiral es una exelente elección.

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4. Si la quieres preservar por un buen tiempo, congélala

Hay una diferencia enorme entre refrigerarla y congelarla. Si ejecutas lo primero, la arruinarás por completo, pero con lo segundo solo la preservarás.

¿Qué hacer?

Toma un frasco de vidrio a prueba de temperaturas u otro que cumpla con este requisito y llénalo solo un poco más de la mitad, esto porque la miel tiende a subir un poco al congelarse.

¿Cómo descongelarla?

No la dejes afuera esperando hasta que el hielo se vaya, lo mejor es acelerar el proceso con un baño de María.

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5. La miel, ¿no se daña?

La verdadera miel sin aditivos dura años e incluso «por siempre», por supuesto lo ideal no es esperar 50 años para consumirla. Por otro lado, es fundamental que verifiques de qué clase estás adquiriendo, pues si contiene colorantes, azúcares o cualquier otra sustancia para preservarla,  probablemente no dure tanto tiempo y, además, no aporte a tu organismo los nutrientes que esperas.

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¡Esperamos te sirva!